miércoles, 29 de abril de 2020

HADITAS Y EL BOSQUE ESCUELA

Siempre me ha fascinado la magia de la naturaleza: sus sonidos, su luz, sus presencias, su fuerza. Una concreción etérea de este sentir mágico de la natura son las hadas, duende y demás seres de inspiración Waldorf que se hacen con lana de diversos colores. Así lo sentí desde la primera vez que me quedé prendada por uno de estos seres ligeros como el aire. 

Hace poco empecé a adentrarme en el mundo de la lana cardada, la lana peinada, el vellón, el filtrado en seco y en húmedo, y demás conceptos que antes desconocía, y desde entonces no puedo parar de crear. En estos últimos tiempos de arresto domiciliario, crear hadas y otros seres, ha sido una de mis tablas de salvación. 

El bosque escuela llegó a mi, de la mano de Tataküa, no lo busqué, y sin embargo parece que me estaba predestinado. Llegó de la mano de una mujer poderosa, tierna y suave a partes iguales. Desde entonce, el bosque escuela se convirtió en un espacio mágico de cuidado para mis hij@s y en una escuela de aprendizaje para mi. Me siento muy agradecida con este proyecto, con el bosque escuela, que siento que ayuda a perfilar el futuro de la necesaria y nueva educación. 

Es la conjunción de esta nueva pasión por las hadas (fadas en catalán, fadetes si son pequeñas) con el sentimiento de agradecimiento hacia el proyecto Bosc Escola Tatakua, la que da origen a este pequeño blog de hadas para apoyar dicho proyecto. 

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